La imagen de nosotros mismos empieza a formarse en la infancia. Es muy importante que los padres dediquen a sus hijos palabras de afecto, ya que ese amor que te aportan en la infancia, es una dosis de autoestima que se mantiene durante toda la vida. La opinión que más puede influir es la de los más cercanos. Lo importante es que se esté convencido de qué se quiere hacer y de quién se es.
Todos nosotros en algún momento de nuestras vidas nos hemos encontrado ante personas que nos irritan por lo que dicen o piensan de nosotros. Después de estas situaciones, el 90% de las personas en el mundo, se quedan muy molestos o molestas, incómodos o incomodas y desconcertados o desconcertadas por lo que se les ha dicho o por cómo pudieron haber reaccionado.
Pero la cosa no acaba ahí. Como resultado de este tipo de situaciones, se empieza a experimentar una creciente incomodidad interna. El miedo a decir o hacer cosas que puedan exponerte a momentos en donde se juzgue a un individuo, no es agradable.
¿Te suena familiar?
Sofia Villegas 6ºB